Carta
a un amigo virtual
Yo
también, quizás en mayor medida de lo
que sería deseable, soy un misántropo
irreconciliable, como el Alceste de Molière. Mis crisis son cortas pero
demasiado frecuentes. Hay muchos días y momentos en que no soporto nada ni a
nadie. En fin serán cosas de algún enzima o de alguna hormona o como solía
decir mi abuela Luna será “el baque”
de familia . Siempre lo decía a propósito del mal carácter de una de mis tías :
hoy tiene el baque, no hay quien le
hable. Así que me he convencido que es algo inherente a los genes.
Aquí también ha entrado el
frío invierno sin que nadie lo invitara. Este frío me estimula la vena poética
y me convierte en más productivo. Tengo ahora mismo varios relatos a medio
terminar abandonados en el ordenador, esperando a no sé qué... Al recibir su
mensaje, volví sobre mis Cabos Sueltos y como ocurre en ocasiones, no me
parecieron míos, realmente son de otros
muchos escritores como Montaigne, Ronsard, Racine, Corneille, Molière, La
Fontaine, Rousseau, Voltaire, Mussset, Baudelaire, Hugo, Dostoievsky,
Balzac, Gide, Kafka, Machado, Lorca,
Salinas, Alberti, Camus, Sartre, Céline, Brecht, Prévert, Benedetti,
Koestler, Ben Jelloun, por citar algunas de mis lecturas apasionadas. Son
aquellos autores que están en la recamara de todo libro. También, parodiándole,
no sólo somos lectores distintos sino escritores diferentes, según el
momento y la ocasión. ¿Cómo reconocernos un día cualquiera en el que podemos
ser Hyde y no Jekyll ? Volviendo a los Cabos Sueltos, hoy me gustaría darle
algunas pistas que seguramente usted habrá adivinado. En el año 70 yo tenía
veintidós años, en el 97 casi cincuenta y sin embargo he pretendido unir con
costuras seguramente torpes, al joven con el
hombre maduro. Por otra parte, algunos relatos necesitan situarse,
“contextualizarse”, por ejemplo, el ministro dimisionario y utópico es el
personaje que me nació en vísperas de la huelga general contra el gobierno del
PSOE en el 92 0 93. Por ejemplo, el poema sobre los últimos muertos del
franquismo, por ejemplo el desencanto que los distintos gobiernos socialistas,
los gobiernos de los perdedores, produjeron en tantos de nosotros, por ejemplo
mi amigo José María Iglesias periodista en Madrid, nacido aquí en San Roque,
con su alta luz, su alta torre, criado en Tánger y muerto en Villalba de un
ataque de asma a los treinta y cinco años ...
No tengo prisa, algún día escribiré lo que quiero decir exactamente, con las palabras justas , como dijo Boileau .
“ Ce qui se conçoit bien, s´énonce
clairement et les mots pour le dire viennent aisément” .
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