Blog de León Cohen Mesonero

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martes, 9 de mayo de 2023

DAHIA LA KAHENA

 

  Dahia La Kahena

 

La Kahena (La Sacerdotisa) fue o cuentan que fue, una reina Bereber de finales del siglo VII, que destacó por su capacidad para liderar el Maghreb desde Gabés (Túnez) hasta Tánger y defenderlo de los invasores árabes que pretendían ocuparlo. Sucedió al gran Koceila en 684 al frente de los ejércitos bereberes.  Derrotó a los árabes en múltiples batallas para sucumbir en el año 704.

 Los escasos datos que existen sobre la Kahena indican que pertenecía a la tribu judeo-bereber de los Djerawa de las montañas del  Aures. Nació en Baghai cerca de Kenchela en lo que hoy se conoce como Argelia. La primera mención a la Kahena aparece en el  historiador tunecino del siglo XIV Ibn Khaldoun.  Kahena es según la mayoría de los historiadores una derivación del apellido  judío Cohen ( Kouahna en rifeño) que en hebreo significa sacerdote del Templo. No hay que olvidar que la historia de los judíos del Norte de Africa se confunde y se encuentra con la de los Bereberes desde los albores de la historia. En palabras de André Chouraqui, los primeros colonos judíos salieron de Palestina antes de que el arameo suplantara al hebreo y no tuvieron problemas de entendimiento con los habitantes de esas regiones que hablaban una lengua cercana al Cananeo. Ibn Khaldoun también menciona el judaísmo de los Bereberes.  No resulta por lo tanto extraño que la Kahena fuera judía.  Cuenta la leyenda que tuvo dos hijos y que poseía el don de la profecía. Todavía se la compara con Débora la Profetisa.

Desde Tánger hasta Túnez, todos la quieren suya.  Es Dihya la KAHENA , la reina de todos los Bereberes, esos a los que Herodoto llamó bárbaros.  

La Kahena extiende su reinado a través de los siglos. Es un mito vigente, una leyenda necesaria como Rolando en Roncesvalles. Simboliza la vergüenza, el orgullo  y la dignidad de un pueblo ignorado y silenciado por la historia. Es la cara del honor de los bereberes frente al invasor árabe. Los jóvenes bereberes le erigen estatuas y le dedican canciones en amazigh, canciones que elogian su grandeza como nexo de unión entre los bereberes.   

Fue una mujer autosuficiente y con gran talento  ya que su poder no fue ni heredado, ni derivó de  un marido o de un amante. Este hecho singular parece indicar  que la sociedad bereber era una sociedad matriarcal.

Como descendiente directo del Oulad Kouahna de Debdou por mi abuelo paterno, escribir y divulgar la figura de la Kahena, supone para mí un doble ejercicio de solidaridad con mis antepasados,  y un deber con su historia y su leyenda.  

                       De mi libro Apuntes. Círculo Rojo 2015.  





 

 

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